En esta nueva entrada, destinada nuevamente a una actividad de #EducaIguales , vamos a comprobar algún ejemplo de publicidad (en este caso publicidad televisiva) y vamos a visualizar el tratamiento que se hace de estos mismos desde un punto de vista igualitario.
En primer lugar tenemos a esta marca que vende su producto marcando en todo momento la masculinidad, poder y presencia varonil que promueve y genera su producto. Podemos apreciar también el tipo de música que se escucha durante toda la publicidad y el cambio que se produce al mostrar productos de esta misma marca pero en color rosa y, con aparente con ironía, destinada a ser visualizada como productos femeninos.
En segundo lugar tenemos otro vídeo publicitario de la misma marca pero destinado hacia otro tipo de colectivo. Encontramos a una mujer atrayendo la atracción visual de los hombres por la utilización de este producto. Incluso se utiliza el anuncio para motivar la posesión que ejerce el hombre sobre la mujer. La música es provocadora y desafiante.
Son dos ejemplos bastante claros de lo que suponen los intereses de el colectivo masculino y femenino para una misma marca.
¿Son necesarias estas distinciones? ¿Funcionan?
Yo siento innecesario que el anuncio destinado al público masculino deba reforzar la fuerza y lo varonil de estos y no me siento identificada con la chica del anuncio hacia el público femenino ya que mi fin en la vida no es ser una atracción de feria para los hombres.
Y el mayor problema es que estos son solo dos ejemplos de los miles que hay y que pasan por nuestros ojos cada día. Nos queda mucho que cambiar y mucho estereotipo que desmentir y desmitificar.
Un saludo.
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